[Contenidos] «No tengo tiempo para escribir» es una mala excusa para no escribir

«Si tienes tiempo para leer este post, tienes tiempo para escribir» era otro título posible para este post, pero quiero dedicárselo a los muchos alumnos que me han dicho alguna vez eso de «No tengo tiempo para escribir» cuando hablábamos de la frecuencia de publicación de un blog. A los que me dicen eso otro de «No sé escribir» ya les contesté en el capítulo «Copywriting para no periodistas» de «Estrategia de contenidos» así que hoy me centro en los que no saben organizarse para redactar contenidos de manera constante, es decir, para mantener un cierto ritmo de actualizaciones.

Ideas nuevas

Normalmente eso de «no tengo tiempo para escribir» suele ser equivalente a «no sé sobre qué escribir y no tengo tiempo de buscar la idea que me inspire a redactar algo interesante«. Vale, es posible que la inspiración no esté a tu lado las 24h del día pero puedes buscarla en alguna de las muchas webs que hay para encontrar temas sobre los que escribir. Es una excusa muy pobre porque solo necesitas una palabra y cualquiera de esas herramientas te devuelve posibles ideas para un post. Algunas mejores que otras porque es cierto que no todas son aplicables, pero hay que tener la mente abierta para encontrar ideas de forma indirecta, no hay que tomarse todas las sugerencias literalmente.

Por otro lado, el reciclaje de contenidos es una buena fuente de inspiración: relee lo que has escrito y edita un post nuevo para actualizarlo.

Además, hay que ser capaz de pensar en los diferentes formatos. Quizá en tu búsqueda de ideas te encuentras con un vídeo o infografía. Nunca se sabe por dónde vendrá el post que estabas buscando, quizá sea de un fotograma o un dato que ocupa poco espacio en pantalla. Con un poco de suerte, encontrarás varias opciones sobre las que escribir y entonces lo mejor es tener definido un proceso para gestionarlas.

Organización de ideas

Mi recomendación es utilizar 1 único lugar para anotar tus ideas. Sí, 1 y solo 1. Puede ser una libretita o un documento en Drive, pero yo te recomiendo de nuevo una herramienta como Trello porque puedes tenerla siempre a mano y es más eficiente para organizar todas tus ideas.

Su funcionamiento es muy sencillo: hay tableros con listas y cada elemento de la lista es una tarjeta con título y descripción que puedes manejar para etiquetar o asignar fecha de vencimiento, entre otras muchas cosas gracias a sus complementos.

Puedes crear tableros sobre cualquier tema pero haz uno para tu blog y prepara listas según el estado del proceso de creación (documentación, redacción, traducción…). Ahora ya puedes crear una tarjeta por cada idea que tengas.

Quizá tengas muchas estando de vacaciones y casi ninguna en épocas de mucho trabajo. Centralizarlas todas en un único lugar te ayudará a planificar con tiempo porque Trello sirve de calendario editorial.

Content curation

Cada uno escribe a diferente ritmo y tú sabes cuánto tardas en escribir un post. Así que lo de que no tienes tiempo puede ser literal porque solo puedes dedicar ¿30 minutos al día? a los contenidos de tu empresa. Vale, pero no tienes por qué escribir mucho: no siempre has de publicar un post de 2.000 palabras. Así que ese rato puede ser más que suficiente si recurres a la curación de contenidos.

Se puede hacer content curation en blogs de varias formas: desde un resumen a insertar directamente una pieza de otro (como el vídeo o la infografía que encontraste anteriomente). Hay muchas herramientas que pueden ayudarte a encontrar contenidos para recomendar así que lo de que no tienes tiempo para escribir es una mala excusa porque solo has de explicar por qué crees que merece la pena esa pieza que estás enlazando.

La recomendación de contenidos de terceros es más rápida que la redacción sin fuentes previas. A corto plazo te servirá para ser constante en la publicación de contenido (siempre de interés para tu audiencia) y así reducir la presión de tener que tener ideas propias para lograr tus objetivos. Ahí está la clave del largo plazo: no te obsesiones con vender tus productos o informar de lo que hacéis en la empresa, puedes recurrir a contenidos educativos o, mejor aún, inspiradores para atraer con el marketing de contenidos.

*No tengo tiempo para escribir* es una mala excusa para tener tu blog desactualizado. Compartir en X

Externalización

No puedo negar que contratar a un redactor freelance es la solución más fácil para cuando no se tiene tiempo para redactar contenidos (la más rápida sería la automatización del blog, aunque no siempre es recomendable). Escribir y comunicar bien no es algo a lo que todos estén acostumbrados, para unos es más fácil que para otros, igual que el diseño de contenido gráfico suele ser más sencillo para las personas visuales que para quienes preferimos las palabras.

Es cuestión de ponerse, practicar y, como muchos recomiendan en ficción, escribir algo cada día. Llámalo costumbre o rutina, pero funciona cuando se trata de encontrar el hábito de redactar.

[Contenidos] Elegir idioma: fácil para crear, difícil cuando es content curation

Este no va a ser un post sobre por qué elegir un idioma u otro en la estrategia de contenidos. Tampoco sobre si hay que traducir o bien localizar todo o una parte del contenido que se crea. El debate que me gustaría iniciar hoy tiene que ver con el idioma de las piezas que utilizamos para poner contexto o puntualizar algo que recomendamos, es decir, al hacer content curation. Es algo que hace tiempo me pregunto, ojalá me ayudes con tus comentarios a llegar a alguna conclusión.

Mezclando idiomas al hacer content curation

Si lees regularme mi blog o has llegado aquí por algún enlace, la cosa es fácil: siempre escribo en castellano. Las fuentes que utilizo están mayoritariamente en inglés pero mi labor aquí es de divulgación así que las traduzco y, como mucho, dejo alguna frase o la imagen en el idioma original. Obviamente, siempre enlazando a quien me ha servido de inspiración.

La duda viene de mis otros canales:

  • Desde que empecé el nuevo formato de mi newsletter, hace ya un año y medio, no pocos suscriptores se han quejado (y dado de baja) porque casi todos los enlaces que recomiendo son en inglés. Quizá el problema viene porque resumo el contenido y lo retitulo traducido.
  • En cambio, mi Twitter está lleno de titulares y citas en inglés que no me molesto en traducir. Los comparto tal cual lo dan sus autores, sin preocuparme de indicar de forma alguna que el link va a un artículo que no está en castellano. Quizá sea porque en la miniatura ya se puede ver el título original en inglés.
  • Un punto intermedio es lo que hago en mi página de Facebook: mis fuentes siguen estando en inglés como puede verse en la miniatura del enlace pero pongo el contexto en castellano. Muy pocas veces dejo la cita en inglés, tal cual sí haría en Twitter. Quizá sea porque no me gustan las traducciones automáticas que hace Facebook.

Ya lo ves, hay muchas opciones y la cosa se complicaría si añadiésemos más idiomas porque, al fin y al cabo, un curator recomienda lo que valora como bueno. Si entiende holandés o italiano, ¿podría compartirlo? Claro que sí, pero: ¿sería mejor poner el contexto en castellano y que sus seguidores se llevasen luego la sorpresa de no entenderlo o mejor dejar el título original y que quedase claro que no iban a entenderlo al acceder al artículo?

Quizá la respuesta está en el nivel de inglés de nuestra audiencia o en cuánto nos fiamos de Google Translate.

¿Hace falta indicar el idioma de un enlace?

Revisando lo que hacen otros curators, muy pocos se preocupan por el idioma y quizá eres de los que votaron «me es indiferente» en mi tuitencuesta sobre el tema. No pretendía ser ni mucho menos representativa pero tenía curiosidad y ése formato permite salir de dudas relativamente rápido. Sí, aún así, aquí estoy escribiendo sobre el tema y sigo sin tener una respuesta clara.

Volviendo al blog, donde tenemos más control de lo que publicamos, es posible añadir iconitos y colorcitos a los enlaces para, por ejemplo, indicar si va a una web externa o es un link interno. Hace ya casi 12 años que lo comenté en un post y sigo pensando igual: hace falta un estándar que nos evite tener que explicar a la audiencia qué significa cada color. La opción sencilla es poner una banderita junto a cada enlace, pero acabaría dificultando la lectura y, al menos para los que tenemos la costumbre de poner más de 2 enlaces por post, acabaría pareciendo un buscaminas.

En Twitter, hubo un tiempo en que se utilizaban 4 caracteres para indicar que el link era en inglés: [EN]. Ahora que tenemos 280, quizá no sería tanta molestia utilizarlos pero, ¿dónde? Al inicio del post no tiene sentido si ponemos la frase en castellano y al final tampoco porque ya los enlaces se ven en la miniatura y quedaría raro sin aún más contexto y [link ING] podría ser un trabalenguas: ¿[enlace en EN]?

Una fórmula que estoy intentando adoptar es utilizar más a menudo las comillas para indicar si es literal o no. Pero igualmente me da la sensación de que no queda clara la distinción idiomática.

Ya lo advertí al inicio del post: no encuentro la solución. ¿Quizá no hace falta porque a nadie le preocupa? ¿Porque estamos acostumbrados a que el inglés sea el idioma de la Red? ¿Porque las herramientas de traducción son cada vez mejores?

Me encantaría saber tu opinión, ¡en el idioma que quieras!

[Contenidos] El content curator y la autoridad que consigue con los contenidos de otros

Me encontré la semana pasada un tuit que afirmaba que hacer content curation no da autoridad si se compara con la creación de contenido. Coincido hasta cierto punto y cuando iba a contestar me di cuenta que eran más de 140 caracteres así que dejo por escrito mi opinión y espero leer la tuya en los comentarios o en redes.

¿Crees que el content curator gana autoridad recomendando contenido de otros? Compartir en X

Aunque la parte visible del trabajo del curator es, reduciéndolo a la mínima, un retuit, previamente realiza la tarea de localizar ese contenido entre todo lo que hay (y no es poco). No siempre es fácil y no es tan rápido como entrar en Twitter y compartir el primer tuit que se lee. Lleva un cierto tiempo, aún usando buenas herramientas, lo que implica que se invierte en leer más de lo que algunos imaginan. Este es el primer motivo por el que el content curator es una autoridad en su sector: conoce bien lo que se cuece en él.

El segundo está relacionado porque, como decía, no comparte lo primero que se encuentra si no que es capaz de identificar el más interesante. Esto lo convierte en una persona crítica con su entorno, no alguien que sigue lo que otros hacen sin más. El curator señala las fuentes que considera mejores para que otros las lean. Quizá él no construye ese camino como haría el creador de contenidos, pero sí lo indica como el de mayor aportación a la comunidad, dejando de lado aquellos no son tan recomendables.

Si el curator reúne a una audiencia que sigue sus recomendaciones, ¿cómo se puede decir que es una persona sin autoridad? Más bien al contrario si consideramos autoridad como sinónimo de líder de opinión o influencia, tal y como ya es habitual en redes sociales. De hecho, un influenciador haciendo campaña para alguna marca posiblemente esté siendo menos transparente que un curator porque éste suele indicar sus fuentes y algunas veces el influencer del momento «se olvida» de ello.

Uno de los beneficios de hacer content curation es la posibilidad de relacionarse con otros usuarios interesados en lo mismo que el curator: es una forma de hacer networking porque enlazas a los contenidos que han hecho otros y así les haces saber que estás escuchándoles. Aunque al recomendar lo que otros hacen estás diciendo algo tipo «estoy de acuerdo con ellos» o «creo que esto es interesante», también es posible hacer alguna aportación que ponga un contexto a la recomendación. Al hacerlo, el curator se posiciona de forma más clara que con un sencillo retuit pero en menor medida que si todo el contenido fuese de creación ya que entonces equivaldría a algo tipo «yo opino esto» o «he hecho algo».

En la práctica: podría haber hecho un retuit comentado mi posición pero he preferido un post para poder argumentarla mejor. Ya ves, yo opino que el content curator sí gana autoridad compartiendo enlaces a contenidos de otras personas y que incluirlo dentro de la estrategia de contenidos es una buena práctica que se complementa con el marketing de contenidos de creación propia.

¿Qué harás tú como curator después de haber llegado hasta aquí? Compartir, comentar, crear algo nuevo…

[Contenidos] La curiosidad como habilidad obligada de curators y copywriters

En mi próximo libro hay un breve capítulo dedicado a los perfiles que trabajan con los contenidos en una empresa y quizá por eso últimamente pienso en las habilidades que se espera que tengan. Se suele pensar en la creatividad pero, como ves por el título de este post, mi voto es para la curiosidad.

La verdad es que ser curioso puede tener ciertas connotaciones negativas si lo tomamos como cotillear en aquello que no nos incumbe. Pero yo me refiero a la segunda acepción de la RAE: «inclinado a aprender lo que no conoce«. Eso no es algo malo, más bien al contrario, porque tener curiosidad es lo que anima a muchos a investigar para probar sus hipótesis. No es que los contenidos corporativos se puedan comparar con los descubrimientos que hacen avanzar a la humanidad, pero sí las motivaciones de quienes los provocan.

Ser curioso es una habilidad útil en cualquier posición del departamento de contenidos para:

  • Analizar lo que tu competencia está haciendo (vale, ésto es un poco chismoso).
  • Conocer suficiente a tu audiencia como para saber qué y cómo escribirles.
  • Documentarte para aprender lo que no sabes y así escribir un artículo mejor.
  • Probar herramientas que te harán más eficiente en tus tareas.
  • Identificar las tendencias del sector y decidir si te subes a ellas o no.
  • Realizar experimentos para testearlo todo y mejorar así tus resultados.

Si lees ofertas de empleo relacionadas con perfiles de contenidos, lo más seguro es que no hayas encontrado ninguna que incluya la curiosidad como una habilidad valorada para el puesto. Tampoco otras como gusto por la lectura, algo que le es propio al content curator, o empatía, muy necesario para el copywriter. Sí se habla de capacidad de trabajar en grupo, cumplir plazos o incluso preparar informes…  Me preguntaría por qué usan algo tan genérico pero me temo que la respuesta sería porque no tienen idea de lo que necesitan. Por eso los cargos se confunden y las habilidades necesarias se olvidan.

Sí, supongo que debería alegrarme de que se busque a alguien para dedicarse a los contenidos pero piden usar Word, PhotoShop, MailChimp, Analytics… ¡todo eso se puede certificar! Con curiosidad se puede aprender de todo pero no verás una asignatura sobre cómo despertar tu curiosidad y sí muchas sobre creatividad.

No necesito creatividad porque tengo mucha curiosidad. Compartir en X

[Contenidos] ¿Se puede monetizar la curación de contenidos?

Monetizar contenidos es perfectamente lógico cuando es algo que has producido tú pero, ¿qué pasa cuando se trata de los contenidos que han hecho otras personas? ¿Es ético hacer content curation para ganar un dinerillo?

La respuesta rápida al título de este post es: ¿por qué no? Pero pensándolo un poco más quizá cambies la puntuación a: ¿por qué? ¡No!

Veamos las opciones y decide tú qué querrías que hiciese el curator si se tratasen de tus contenidos (no olvides que son de alguien como podrías ser tú).

Formas de monetizar el contenido de otros

En mi próximo libro (en librerías en un par de semanas), enumero las opciones que tiene un bloguer para rentabilizar su blog. Si utilizas el contenido de otros en él de manera que el usuario pueda encontrar ahí una fuente de información de valor (agregación de contenidos), las siguientes son algunas vías para monetizar tu curación de contenidos:

  • Publicidad en forma de banners o AdSense
  • Pago por inserción del contenido de manera destacada (publicidad nativa)
  • Comisiones de afiliación, por ejemplo por libros relacionados
  • Suscripciones para acceder al contenido (membership)
  • Tú como marca: consultoría, charlas, leads, suscriptores, infoproductos relacionados…

Si quieres ejemplos o más formas de sacar rendimiento económico a tu curation, Robin Good ha seleccionado unas cuantas.

Has de tener en cuenta que todo esto sirve cuando se trata de una plataforma propia. Si utilizas alguna de las herramientas de content curation más habituales tendrás que buscar la forma de llevar el tráfico a tu blog o web. Un ejemplo evidente: aunque hacer un RT es una forma de hacer curación de contenidos, no podrás monetizarlo a no ser que cobres por la acción a la persona que ha escrito el tuit (marketing de influencia).

¿Hay un límite?

Ya ves que hay opciones para contestar afirmativamente a la pregunta de si el contenido de otros es monetizable. La cuestión de fondo es hasta qué punto te gustaría encontrar tu contenido enlazado en una web para que cobra a sus lectores para que les descubran tu contenido, por ejemplo. Quizá no te haría gracia en un primer momento… pero si tu licencia de uso lo permite, ¿por qué no?

Seguramente ahí está la trampa o el límite: ¿se está usando bien el contenido que se quiere monetizar? Si se respeta la licencia y se acredita correctamente, no debería haber problema. ¿Es que querrías que te pagase una parte? Haber elegido una licencia más restrictiva… Quizá sea eso después de todo: alguien se ha atrevido a hacerlo mientras que tú no veías cómo hacer rentables tus contenidos o no creías que tuviesen suficiente valor para hacerlo.

Hay que tener valor para probar pero sin confundirlo con caradura: no hagas a los contenidos de otros lo que no quisieras que hicieran a los tuyos.

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