[Contenidos] Cuatro modelos operativos para tu contenido

El de hoy es un post que empezó a fraguarse hace un par de años (en octubre de 2018 según mis notas en Trello), así que supongo (no estoy convencida del todo) que ya es buen momento de hablar de modelos operativos para los contenidos. ¿Por qué no lo hice antes? Porque me parece que es un tema que queda grande a muchas empresas (y aún lo pienso, de ahí este primer párrafo introductorio).

Los modelos operativos son los procesos que siguen las empresas para generar, en este caso, sus contenidos. Desde TCA proponen cuatro (algún matiz ha cambiado desde la primera propuesta), en traducción libre:

  • Player: contenido como táctica de marketing. Un par de personas crean todo tipo de contenido, como ebooks, infografías o presentaciones.
  • Processor: content as a service. Un equipo ofrece servicio a toda la empresa y establece los criterios si se externaliza.
  • Performer o Product: contenido como un producto. Puede haber un equipo editorial encargado de un centro de recursos o blog para atraer y gestionar las necesidades de la audiencia.
  • Platform: content as a business. El contenido es parte del negocio y genera ingresos.

Como ves en el gráfico, hay un eje horizontal para ir de departamentos aislados a servicios integrados y uno vertical de más centrado en la audiencia interna a la construcción una para monetizarla en el tiempo.

Aunque lo parezca, no se trata de la madurez de la estrategia (de eso hablo en «Estrategia de contenidos«) ni una forma de organizar departamentos (de eso va «Cultura del contenido«), tampoco tiene que ver solo con la tecnología. Estos modelos son una manera de conocer cómo se opera respecto a los contenidos hoy y cómo se prevé que sea en el futuro.

¿Cuál es el modelo operacional de tus contenidos?

La herramienta que proponen desde el TCA para saber en qué cuadrante está tu empresa se basa en tres sencillas preguntas, o más bien números a elegir. Solo has de apuntar uno pensando en cada modelo:

Madurez actual

Mira al presente y elige cuál te corresponde:

  1. No tenemos nada de esto.
  2. Lo hacemos, pero no al nivel que se necesita.
  3. Lo hacemos lo mejor que podemos y con cierto éxito.
  4. Tenemos bastante éxito y conseguimos resultados concretos.
  5. Somos los mejores en esto.

Esfuerzo

Calcula el porcentaje de esfuerzo (tiempo, presupuesto, recursos) que se dedica a cada modelo. La suma de los cuatro cuadrantes debería dar 100%.

Necesidad futura

Mira al futuro y elige del 1 al 5:

  1. Lo hacemos lo mejor que podemos, no vamos a cambiar.
  2. No es una prioridad.
  3. Queremos mejorar poco a poco.
  4. Estamos construyendo en esta dirección.
  5. Estamos desarrollándolo.

Análisis de los resultados

Poniendo los resultados en cada cuadrante, podrás verás cuál tiene más peso en tu estrategia de contenidos. Por ejemplo, si resulta que tienes madurez y necesidad bajas, pero esfuerzo alto es que estás intentando acercarte a ese modelo; con la madurez y el esfuerzo alto, pero la necesidad baja es que te parece que ya estás bien como estás.

Tienes más información sobre los modelos en el ebook del TCA «The Four Content Operating Models» (descarga directa).

¿Cómo tratas a los contenidos dentro de tu empresa? Clic para tuitear

«Cultura del contenido», mi libro para organizar a tu empresa y sus contenidos

Publicar, aunque sea autopublicar, hace ilusión. Cada uno de mis libros (¡y van 16!) tiene una historia detrás y la voy compartiendo porque creo que es bueno explicar que los autores lo pasamos bien escribiendo, pero también hay momentos duros que se hacen más llevaderos al contarlos.

«Cultura del contenido» es un buen ejemplo de ello porque hará casi 3 años que empecé a pensar en él como mi próxima aventura editorial. ¡Y vaya si lo ha sido! Ha visto la luz justo la semana pasada y ya hay quien lo tiene en sus manos (¡qué rápidas son algunas, gracias!). Reconozco que ha costado porque ha estado confinado más tiempo del que hubiese querido, pero no tiene sentido guardarlo en un cajón y esperar porque nada volverá a ser como antes. Las empresas siguen generando contenido y necesitando encontrar la forma de organizarse para que sea rentable.

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[Contenidos] Una Guía de estilo es (solo) para redactores

Los documentos de referencia no abundan en las empresas, pero hay uno que puede encontrarse con más facilidad: la Guía de estilo.

  • Para los diseñadores, es el lugar en el que ir a buscar el color corporativo que ha de usarse en la web, por ejemplo. Debería llamarse Manual de identidad corporativa y se encarga de lo visual.
  • Para los redactores, es donde encontrar si está permitido el uso de la ironía para escribir posts de opinión, por ejemplo. Se le puede llamar también Manual de estilo y se preocupa de la identidad verbal.

El lugar en el que confluyen estos dos documentos es el libro de marca (brand book), junto con otras referencias para describirla en cualquiera de sus cuatro identidades. Después de la definición, vienen las guías (brand guidelines) o indicaciones de cómo usar la marca correctamente en varios contextos. Sería ideal que todas las marcas tuviesen ese documento maestro, pero nada realista porque lo que suele preocupar más es únicamente la identidad visual.

Podría decirse que los diseñadores hacen logos y «automáticamente» una guía de estilo, bien por ellos. En cambio, los redactores freelance escribimos sin ella la mayoría de las veces y, con suerte, somos capaces de identificar los rasgos principales para no desentonar. ¿Quizá la culpa es nuestra y deberíamos señalar este documento obligatorio en el briefing de redacción?

Una Guía de estilo es para saber cómo escribir: no hay que confudirla con un Manual de identidad corporativa. Clic para tuitear

En mi experiencia, la Guía de estilo es un recurso que facilita el trabajo de todos, tanto de quien hace el encargo como de quien lo lleva a cabo, sea externo o no, porque así todos saben cómo ha de ser el texto y resulta más sencillo escribirlo bien y ahorrarse revisiones. Por eso la he considerado un pilar del contenido, aunque reconozco que es casi imposible de encontrar en empresas pequeñas. En el último «Estado de los contenidos» correspondiente a 2019, el 35% decía tener una guía de estilo, pero diría que era más visual que verbal (por cierto, un 10% tenía el libro de marca).

Al índice de una guía de estilo, una solo para redactores y no para diseñadores, le he dedicado un capítulo de mi último libro. También en este post tienes algunas ideas.

Los redactores necesitamos una guía de estilo práctica, con ejemplos y sin complicaciones para encontrar respuesta a dudas concretas que surgen mientras enfocamos un texto y lo escribimos. Pueden ser un par de páginas o unas decenas, según el detalle al que se quiera llegar. Yo suelo recomendar empezar por lo más básico e ir añadiéndole profundidad a medida que surgen las diferentes situaciones en las que hace falta su consulta.

Si vas a hacer la tuya, sigue estas recomendaciones:

«Pilares del contenido. Cinco recursos para fortalecer a tu equipo», mi libro para medianas y grandes empresas

Portada del libro "Pilares del contenido", de Eva Sanagustin

No sé si es el mejor momento para lanzar un libro, pero sí sé que ahora las empresas necesitan recursos para que su equipo se mantenga cohesionado.

Llámalo recurso, documento, entregable… para mí, es un pilar porque sostiene la estructura interna y hace posible el crecimiento de todos, partiendo de los trabajadores, pasando por departamentos y llegando hasta los usuarios y clientes.

He identificado los que tienen que ver con el contenido y les he dedicado un libro entero: «Pilares del contenido». Son:

  1. Roadmap para guiar tus contenidos y que cumplan su visión.
  2. Buyer persona para conocer a tu audiencia y crear mejor contenidos.
  3. Guía de estilo para expresar tu personalidad y ser más coherente.
  4. Calendario editorial para organizar tus contenidos y a tu equipo.
  5. Programa de embajadores para implicar a tus empleados y que utilicen los contenidos.

Es un libro monográfico muy diferente a los que he escrito hasta ahora. Aunque el escenario es igualmente el de una estrategia de contenidos, me centro en la creación de esos recursos más que en la definición de la estrategia. Así, en «Pilares del contenido» casi no te explico cómo concretar objetivos, doy por hecho que los tienes. Tampoco dedico muchas palabras a elegir tu voz y tono, solo a cómo transmitir esas decisiones. Ni me preocupa cómo seleccionas a tus empleados, pero sí que les ayudes a crear contenidos.

Trata temas de marketing y comunicación, como es de esperar cuando se habla de contenidos. Pero también de RRHH, branding, periodismo o ventas. Es un libro transversal, lo mejor para entender el valor de los contenidos en cualquier área de la empresa.

«Pilares del contenido» no es para quienes empiezan (nivel básico de madurez), está escrito pensando en los que ya utilizan contenidos (nivel intermedio) y quieren aprovecharlos (nivel avanzado). Empresas medianas y grandes serán las que puedan aplicarlo más fácilmente, de ahí el subtítulo «Cinco recursos para fortalecer a tu equipo»: sin un equipo dedicado a los contenidos, no podrás sacar partido a todo el libro (solo a algunas partes).

Todos los capítulos incluyen:

  • Una completa descripción de cada recurso desglosando todos sus elementos o índices.
  • Una clasificación de los recursos complementarios de cada pilar para verlos en contexto.
  • Una lista de herramientas relacionadas.
  • Un resumen final con los pasos para ponerse en marcha.
  • Además, en la página del libro hay enlaces a ejemplos y plantillas.

Quería huir de la teoría y centrarme en la práctica, hacer casi un tutorial de cada recurso para que no hubiese dudas sobre cómo utilizarlos y que así las empresas se queden sin excusas para valorar los contenidos dentro de todos los departamentos.

¿Por qué otro libro sobre contenidos?

Aunque lleven «contenido» en el título, todos son distintos. Recursos como la buyer persona aparecen en alguno de mis libros anteriores, pero otros como el roadmap solo en «Pilares del contenido«. No puedo decirte cuál has de leer porque están escritos para complementarse: elige según tus objetivos (y fijándote en el subtítulo). Con este último, por ejemplo, conseguirás aplicar la estrategia de contenidos a otros departamentos, elegir mejor dónde dedicar los recursos internos y ganar embajadores entre tus empleados.

Acabo el post como lo abría: la situación actual ha hecho que mi libro 15 se encuentre confinado, así que el 16 lo adelanta. Ambos están muy relacionados, pero «Pilares del contenido» está autoeditado así que tengo total libertad y, tras valorar pros y contras, me he decidido a sacarlo adelante. Puedes encontrarlo solo en Amazon: papel o Kindle (gratis con KindleUnlimited). ¡Feliz lectura!

[Contenidos] Content operations, la conexión entre personas, procesos y tecnología

A los contenidos les gusta trabajar en equipo, están acostumbrados a quedar en segundo plano por ello, casi a diluirse. Pero no por eso dejan de buscar aliados en todos los ámbitos de la empresa.

Pienso en ello tras leer el informe «State of Content Operations 2020» de Kapost. Proporciona algunos datos interesantes, como que el 23% dice no tener clara la cohesión de los contenidos o que el 46% tiene mucho contenido desactualizado. Pero me quedo con lo que analiza: organización interna del contenido, conexión entre departamentos, uso de taxonomías, experiencia del cliente… una mezcla interesante que lleva el nombre de content operations y que podría traducirse por ¿operaciones de contenido?

En Kapost definen las content operations como la respuesta a cómo utilizar la estrategia de contenidos para construir una mejor estrategia de marketing. En su PDF «The Definitive Guide to Building a Content Operation» (descarga a cambio del correo), hablan de responsables, flujos de trabajo y herramientas para crear mejor contenido y así tener mejores clientes.

En GatherContent usan esta definición de Content Operations (ContentOps) que me parece muy acertada: la conexión entre personas, procesos y tecnología que necesita una empresa para organizarse, gestionar y producir contenido. Se trata de un proceso para crear contenido implicando a toda la empresa que se produce después de la estrategia de contenidos y antes de distribuir el contenido a la audiencia.

Diagrama de GatherContent para definir las content operations

Un ejemplo sencillo: antes de enviar una newsletter con una promoción, hace falta enmarcarla dentro de una estrategia (de marketing y de contenidos). Para crearla intervienen varias personas, dentro o fuera de la empresa, como redactores o diseñadores que usan sus propias herramientas. Además, el responsable de marketing necesitará otra para hacer el envío. Hará falta que la web esté lista para soportar las ventas lo que implica a otros perfiles y otras herramientas. Todo ello debe estar organizado en cuanto a flujos de trabajo para cumplir el plan previsto que también puede estar hecho y gestionado con una herramienta diferente.

El contenido no es algo que se quede en un solo departamento, todo lo contrario: es totalmente transversal. Incluye perfiles de todo tipo, tanto creativos como técnicos, y niveles diferentes, tanto directivos como recién llegados. Afecta a la planificación, la producción, la distribución y el análisis. Repercute en el buen funcionamiento de la empresa al estar mejor organizada, lo que acaba beneficiando a los resultados de ventas porque el cliente está más satisfecho si el contenido es mejor, más personalizado y actualizado, gracias a que su creación es más ágil.

Las content operations requieren un cambio (algunos dirían transformación) dentro de la empresa, pasar de crear contenidos al azar a planificarlos proactivamente. Pasar de producir por volumen a hacerlo por calidad no es fácil. Para conseguirlo, hay que:

Es una evolución hacia la cultura del contenido, así lo explico en mi próximo libro. No debería tardar mucho en salir, pero si te interesa el tema mientras puedes hacerte con «Estrategia de contenidos» porque varios de estos conceptos también se definen en él.

Además, Kapost ha publicado recientemente «Mastering One Voice: A Marketing Fable and Field Guide to Content Operations«.

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