[Contenidos] Redactores que no firman sus textos

Profesionalmente me dedico a escribir para otros o, en otras palabras, soy una escritora fantasma (ghostwriter) o negro. Éste término está aceptado por la RAE y lo define así: «persona que trabaja anónimamente para lucimiento y provecho de otro, especialmente en trabajos literarios». Pues sí, muchas veces hago eso, escribir sin firmar lo que escribo aunque, por suerte, no todas.

Las páginas corporativas son un ejemplo habitual de texto que no se suele firmar. Si cada vez es más difícil ver en algún rincón algo que indique qué agencia ha hecho la web… ¿quién se preocuparía de saber quién ha escrito los textos? Es lo totalmente opuesto al copy publicitario que, al menos en revistas especializadas, sí consta su nombre.

Una discusión recurrente sobre el community manager es si debe decir su nombre o no. Centrándonos en el blog, ¿quién escribe los posts debe firmar con su nombre? Personalmente opino que sí pero no todas las empresas creen que sea buena idea poner como firmante más nombre que el de su marca. Y yo escribo para agencias que tampoco firman los posts.

Sea cual sea la decisión, ¿en qué afecta eso al escritor fantasma? Algunos dirían que el precio de lo que escribe pero, en términos de calidad de la redacción, no debería haber ninguna diferencia entre si su nombre se asocia a un texto o no. Un redactor debe sentirse igual de satisfecho con lo que públicamente lleva su firma como con lo que haya escrito en nombre de sus clientes.

Originalmente publicado en la newsletterMarketing de contenidos, número 61 (10 de octubre de 2011).

Primera encuesta sobre marketing de contenidos en España

Lo avisé la semana pasada al hablar de estadísticas sobre marketing de contenidos y este lunes la puse en marcha desde mi newsletter y LinkedIn: la primera encuesta sobre marketing de contenidos en España.

Son solo 10 preguntas que permitirán hablar un poco del mercado de marketing de contenidos nacional. Algunas preguntas que espero podrán responderse:

  • ¿Se dedica presupuesto a los contenidos?
  • ¿Qué contenidos se utilizan?
  • ¿Se miden los resultados de los contenidos?
  • ¿Para qué utilizan las empresas los contenidos?

Como siempre, la encuesta es totalmente anónima así que te pido que la rellenes con total libertad, la compartas en redes sociales y hagas llegar el enlace a quien creas que puede responder para tratar de llegar a cuanta más gente sea posible.  Hacer algo representativo siempre es complicado pero, si hay suficiente participación, al menos podremos tener datos nacionales con los que compararnos con el exterior.

La encuesta estará activa durante un mes y publicaré los resultados en un ebook de descarga gratuita que enviaré primero a los suscriptores de mi newsletter y que luego resumiré en un post.

Actualización 24 de diciembre: post de resumen con los 10 titulares.

[Contenidos] ¿A quién le puedes encargar tu estrategia de contenidos?

Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores.

En Firehead han tratado de responder a la pregunta «¿quién puede poner orden a tu estrategia de contenidos?» con un gráfico que también puede descargarse en PDF (y así imprimir y llevar a una reunión y convencer a quien toma la decisión final). Las respuestas cubren cuatro niveles y también sirven para otros sectores profesionales:

  • Hazlo tú: no tienes presupuesto ni a nadie que pueda hacerse cargo en la empresa.
  • Forma a alguien: sin presupuesto pero con alguien interesado en hacerse cargo (bien podrías formarte tú).
  • Pequeño presupuesto: contrata a alguien para una auditoria que solucione lo mínimo.
  • Bastante presupuesto: contrata a un equipo de especialistas que lo harán todo por ti.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 48 (11 de julio de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] La recompensa del redactor

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Desde una perspectiva económica, la recompensa del redactor es lo que ingresa por ese encargo. Pero, aunque pague facturas, escribir es un trabajo creativo y como tal tiene otras formas de valorarse. Hablo de algo más emocional, algo que no se incluye en una transferencia bancaria: la satisfacción de saber que alguien leerá lo que se ha escrito.

No importa qué tipo de texto es. Puede ser un libro, una newsletter, un post… Lo que importa es el feedback de la gente. La recompensa es que alguien te demuestre que ha dedicado un ratito a leerlo. Puede ser un comentario en el blog, un número en las estadísticas que indiquen una apertura alta de la newsletter, un ‘Me gusta’ en Facebook…

Dejando a un lado la parte sentimental, estas mismas recompensas son también formas de saber qué contenidos gustan más y, por tanto, hacia dónde debería ir nuestra línea editorial. Son métricas que no solo sirven al corazón, también a la razón. Y es que no hay que olvidar que los contenidos siempre tienen un objetivo.

Como lectores deberíamos obligarnos a elegir alguna forma para recompensar el esfuerzo que supone escribir o crear contenidos. Como redactores deberíamos ser capaces de ver tanto la parte emocional como la racional de esas recompensas.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 45 (20 de junio de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] El precio y el valor de los contenidos

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Antes de nada, deberíamos crear nuestra propia escala de valor. Por ejemplo, hablando de copy corporativo, podríamos distinguir entre páginas que parecen sacadas de informes y memorias anuales y aquellas que han sido creadas específicamente para la web. O, hablando de medios sociales, se tendría que separar entre los posts mínimamente editados pero al fin y al cabo copiados de otros blogs y los que están trabajados como artículos originales.

En ambos casos, los primeros tienen un precio ínfimo en euros (incluso céntimos) y en resultados; los segundos pueden salir más caros para el bolsillo pero también tendrán mayores beneficios. Si no todos los contenidos tienen el mismo valor, no pueden tener el mismo precio.

La creación de los contenidos que sí tienen en cuenta los objetivos de marketing de la empresa suponen mayor coste ya que se necesita más tiempo para prepararlos. Son más artesanales al preocuparse de reflejar su historia y de adaptarla a quién la va a leer mientras que los otros son producción en cadena preocupada únicamente por las páginas vistas.

El filtraje de contenidos (content curation) lleva menos tiempo porque se elimina parte de redacción pero aún así seleccionar los enlaces que aportan valor al perfil deseado no es algo barato, más aún si la opción elegida supone una inversión tecnológica previa.

Así que a la hora de valorar económicamente una propuesta de contenidos, no solo hay que tener en cuenta el tiempo que nos vamos a ahorrar y que podremos utilizar en lo que de verdad sabemos hacer en nuestro negocio, también los beneficios extra que conseguiremos como pueden ser posicionamiento en buscadores o de marca si se ejecuta bien la estrategia de contenidos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 41 (23 de mayo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad