Mientras me preguntaba cómo celebrar el Día mundial del Cine este año, los ojos se ma han ido a mi DVDteca. Inicialmente buscaba una película para recomendar, alguna de esas que yo llamo clásicas y que tanto me gusta ver. Entonces lo he visto claro y se me ha ocurrido comentar mi propia DVDteca.
Cada vez voy menos al cine porque cada vez me parece más perder el tiempo: las historias no llaman mi atención, los actores no me atraen como antes, los directores me han defraudado demasiadas veces y el resto de espectadores me molesta cada vez más. Ver una película nueva es una inversión que me cuesta hacer.
En cambio, miro mi DVDteca y hay pocas películas que no haya visto el último año o que no haya pensado en ellas recientemente. Precisamente por eso es por lo que están en mi estantería: no me canso de verlas.
Repasando títulos también me doy cuenta que tengo muy pocas películas de esta década. A este desinterés por la cartelera actual hay que sumarle el caso omiso que hago al cine nacional. Estas dos características de mi DVDteca reducen el espacio en las tiendas habituales, donde los estrenos tienen todo el protagonismo y donde lo clásico ocupa más bien poco, así que tampoco compro pelis muy a menudo.
Por último, y más común, está la cuestión del género. Por ejemplo, en mi estantería no verás ninguna película bélica ni tampoco de terror. En cambio, abunda el blanco y negro y lo que podríamos clasificar como aventuras.
Esta es mi DVDteca, te invito a que compartas cómo es la tuya y así pueda saber un poquito más de ti. Las películas, como los libros o los CDs, nos definen y, ya que no puedo ir a tu casa a cotillear en tu estantería, cuéntame qué hay en ella.