[TV] "El Intermedio" a diario

Desde septiembre, tenemos sesión diaria de «El Intermedio«. Ha cambiado tanto que merece la pena darle un nuevo repaso a su segunda temporada.

El horario (justo después de laSextaNoticias) no puede irle mejor a El Gran Wyoming ya que empieza con un «Ya conocen las noticias, ahora les contaremos la verdad». Aunque hasta el final no entendemos a qué se refiere: hace un balance de los muertos en la Guerra de Irak, justo después de poner el vídeo de Bush diciendo que había acabado. Durante el programa, la verdad está escrita en el guión. ¡Maldita sea!

La duración se ha reducido a media hora pero tienen tiempo de hacer una «encuesta vía SMS» para conocer la «opinión» de los espectadores. La sección se llama «Lo que España vota va a misa» y le permite acabar el programa con «una llamada» al famoso para darle a conocer los resultados. Por cierto, esa frase parece sacada de la película «Difícil de matar», con Steven Segal.

Sus colaboradoras continuan siguiendo el guión con más gracia que el propio presentador. Él se limita a dar respuestas ingeniosas pero guionizadas y a leer a duras penas las preguntas de sus hojas azules durante las (cada vez más cortas) entrevistas. Y es que, en lugar de estar más ágil, parece que Wyoming no puede con el directo.

Me llamó la atención una promo en la que salían opiniones del programa a modo de recortes de diarios y uno de ellos era de ¡Vaya tele!. Me alegra que se trate un blog como un medio, es un avance y más aún si amplían miras y recurren a otros que no sean El descodificador y Electroduende.

No se puede negar que tienen un ojo puesto en Internet, quiero pensar que porque aquí somos más críticos, pero no acaban de dar el empujón final. Por ejemplo, durante los créditos ponen un vídeo en el que salen miembros del equipo contando qué hacen en el programa. Es una excusa perfecta para montar una web del programa con esos vídeos, pero el vlog se queda en nada (aunque sí ponen su mail).

Si me lo permites, acabo con las palabras que usa Wyoming para despedir el programa: «Mañana más. Pero no mejor porque eso es imposible.»

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[TV] Mañana y tarde frente a la tele

Durante mi baja tuve tiempo de leerme «El código da Vinci» (fue decepcionante) y muchas revistas antiguas (¡desde agosto!), además de seguir con «El libro rojo de la publicidad». Pero lo cierto es que cuando no estaba en el médico (consulta: 5 minutos; tiempo de espera: 2h) estaba frente al televisor. Cambié el ordenador por el televisor.

Por las mañanas acabé viendo repeticiones de «Buenafuente» después de descubrir en un documental del C33 que el amor dura 7 meses, que la posición correcta para no-sé-qué en «Saber vivir», que en TV3 el Cuní enlaza con la Mari Pau casi sin que salgan los créditos, que a la Campoy aún le falta un hervor y que alguien que juega al golf con el Lecquio tiene en su móvil el tono de la Belén Estaban cantando a-saber-qué.

Así, pude ver la repetición del programa 200 de «Buenafuente» y cómo sólo recibía felicitaciones de cadenas locales (sería que no se atrevieron a preguntar a la competencia), además de conocer a la niña de Shrek. También vi así lo pesaditos que estaban en Antena 3 con la promo de «Hulk», llegando a cambiar el color del logo incluso. Lo curioso es que, aún sin tener que madrugar al día siguiente para ir a trabajar, no vi ningún programa en directo.

Por las tardes la programación es mucho mejor. Descubrí que «en laSexta somos de ley» y a sus «Reyes de la comedia» y no me atrevía a hacer zapping por miedo a encontrarme en Antena 3 al Cantizano sometiendo al polígrafo a (supuestos) famosos; o las exclusivas absurdas en TeleCinco, como el día que tenían a alguien que ha hablado con Isabel Pantoja sobre Julián Muñoz; o las (falsas) mesas especializadas que monta «Channel nº4», como cuando hablan de televisión y sólo hay una persona que sepa de qué se está hablando.

Con este panorama, me quedé con laSexta, sin dudarlo: «Navy: Investigación criminal» (al final me acostumbré a tanta bromita innecesaria), «Ley y orden» (aunque la quitaron), «El abogado» (cada día me gustaba más la sintonía), «El rey de Queens», «El mundo según Jim» y «Todo el mundo quiere a Raymond». Si no hubiese estado laSexta hubiera tenido que recurrir a DVDs, pero así no me hizo falta.

Supongo que no es bueno estar tanto tiempo tirada en el sofá, pero sienta de maravilla y, si pudiese, repetiría.

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[AD] Martini y Red Bull

No sé si la mezcla de Martini y Red Bull origina algo tan viral como si cambias el alcohol por un refresco, pero las dos marcas tienen algo en común en sus últimos spots que me ha hecho unirlas en este post: su nueva estrategia.

Martini creó el «chico Martini» quien puso de moda el gesto de Belmondo y el «Vive la vita baby». Nunca tuvo nombre, fue un anónimo al que muchos quisieron imitar y el rey del descaro. Pasó luego a vender lo bonito que es beber en grupo, vinieron los puntos suspensivos que parecían recuperar la idea del chico de negro y lo último fue el amor que te hace escalar balcones.

Y ahora, vuelve el chico Martini pero con nombres y apellidos y menos descaro, sólo una cara bonita. George Clooney se pone el traje de negro (más bien gris oscuro) para enseñarnos un poco de educación: no se puede ir a una fiesta con las manos vacías (aunque seas un soltero de oro). El mensaje final no puede ser más claro «No Martini, no party»: da igual que seas «alguien», si no llevas una botella de Martini no entras.

Buscando el spot, me he encontrado con que en Italia el final cambia ligeramente. También trae cajas y cajas pero no le cierran las puertas en las narices como pasa en España y me atrevería a decir que aquí tampoco descorchamos los Martinis como si fuese cava.

Red Bull sigue con las ilustraciones simples de siempre y su slogan alado, pero ahora nadie sale volando. Hubo maridos huyendo de suegras, viudas persiguiendo a maridos con angelitas, San Pedro se quejaba de no ser el único que daba alas, vampiros con sus víctimas en los brazos que vuelan sin necesidad de la bebida energética y hasta gusanos convertidos en mariposa. Pero nunca se habló de inteligencia.

En el último spot, Holmes y Watson se encuentran frente a un nuevo caso. Y, menuda sorpresa, lo resuelve el buen Doctor en lugar del bueno de Sherlock. ¿Qué ha pasado aquí? Elemental querido Watson, él ha sido más listo porque se ha bebido un Red Bull. A ver si van a tener que cambiar el spot del (imagino) Ministerio de Educación, no hace falta estudiar para viajar Marte, sólo hay que tomar Red Bull.

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[CINE] "Children of men" en Sitges

Casi va a hacer un mes del estreno en Sitges de «Children of men» (aún me cuesta decir «Hijos de los hombres») así que poco sentido tiene hacer una crítica de la película, más bien me gustaría hablar del Festival.

Aunque no me resisto a comentar lo interesante de la premisa de la película. Lo habitual es que nuestro futuro sea autodestructivo o esté idealizado, pero siempre hay un «mañana». Aquí el futuro no existe. No se sabe quién será el último en morir pero sí se sabe quién es el último en nacer. ¿Puede haber algo que produzca más desasosiego?

En realidad no importa porque la película acompaña a la esperanza por su viaje entre la incertidumbre. La estructura narrativa es típica (un héroe que recibe ayuda de los secundarios) y no deja demasiado tiempo para conocer a esa sociedad suicida que lo tiñe todo de gris metalizado.

Quería hablar del Festival, de las colas para entrar (en las que debían estar Txapulín y Chico viejo) y de la (incomprensible) no numeración de los asientos, de la comodidad de las butacas del Auditori y del retraso de la sesión, de los aplausos del público a las productoras y de su (mayoritaria) estampida final sin ver los créditos finales…

Pero ahora me parece tan sin sentido como las carreras de motos por Garraf y ya sólo me interesa recordar los 15 minutos de baño de Sol junto al mar en lugar de la hora que estuve de pie esperando para ver una interesante película desde un lamentable lateral.

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[CINE] La ventanilla de un coche

Ya he dicho alguna vez que no tengo carnet así que viajo en transporte público o soy copiloto. Como tal, vigilo el mapa/GPS, las estaciones de servicio, las señales, la bebida, la radio/CDs, la cámara de fotos… En resumen, miro por la ventanilla la mayoría del tiempo. Disfruto del paisaje y del «me llevan» (o versionando a BMW «Me gusta que conduzan por mi»).

Lo mismo le pasa a Jesús Palacios y así lo cuenta al inicio de «Autopistas al infierno» en la revista Kane 3 n10 de julio/agosto. Pero él lo ve como algo cinematográfico cosa que nunca me había planteado. Quizá debería desempolvar el DVD de «La Ventana Indiscreta» y dejarme influenciar un poco más por el voyeur que todos llevamos dentro.

Palacios compara la pantalla de cine con el marco de la ventanilla del coche, lo que separa la realidad de la ficción. La radio/CD se convierte así en la BSO de la película acompañando las imágenes que se suceden a modo de travelling. El conductor es el director de la peli ya que controla los paisajes que vemos y la velocidad a las que los vemos los del interior de coche/espectadores.

Yo diría además que eso me convierte en ayudante de dirección de esa road movie, un poco más activo que el espectador de la parte de atrás del coche.

Por la ventanilla sólo se puede ver la realidad (versión BBC World), si no te gusta deberías mirar para otro lado (quizá para eso están los DVDs en los coches, para evadirse) o dormir (soñar sigue siendo gratis).

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