[Contenidos] Cómo escribir posts atemporales

El contenido atemporal debería formar parte de cualquier plan de contenidos, sobre todo del que aún no tiene claro los objetivos. Ahora que se avecina el descanso de agosto (o en cualquier otro momento de calma), puedes aprovechar para repasar tu plan o para adelantar faena y escribir las piezas atemporales.

El contenido atemporal debería formar parte de cualquier plan de contenidos. ¡Descubre cómo escribirlo! Clic para tuitear

¿Fecha sí, fecha no?

La redacción de posts atemporales es casi opuesta a una pieza de actualidad porque hay que ocultar las referencias directas a cuándo se está escribiendo. Te he dejado un ejemplo de esto en el párrafo anterior: he puesto «ahora» y «agosto» en la misma frase, lo cual encaja porque lo estoy escribiendo a finales de julio y será cuando la mayoría de personas lo leerán (¡hola!). Pero si estás leyendo este post en octubre o marzo, quizá te haya sonado extraño. Aún así, no deberías dejas de leer porque el tema sirve para cualquier momento de calma.

«El jueves pasado se publicó», «el próximo domingo» o «esta semana se celebrará» son indicadores relativos al momento de lectura. Para hacerlo atemporal, es mejor indicar fechas concretas (absolutas) como «el 16 de agosto». En los posts de actualidad ocurre todo lo contrario, pero ten siempre presente que lo atemporal dura más.

Es un buen momento para recordar que un post atemporal no lo es por esconder la fecha del post, aunque haya quien utilice este truquillo que tan incómodo resulta algunas veces. En mi opinión, la fecha de publicación no debería ocultarse porque da contexto a lo que se ha escrito. Incluso en temas que no dependen de la actualidad, pueden salir nuevas referencias.

Un post no se convierte en atemporal por quitar la fecha de publicación. Clic para tuitear

¿Los enlaces caducan?

Esto nos lleva a mi siguiente recomendación para escribir un post atemporal: vigila a qué enlazas. Vuelve al primer párrafo: he puesto tres enlaces, dos de ellos a posts de este año. Aunque quitase la fecha de mi post, alguien que lo lea dentro de un par de años (¡hola, lector del futuro!) podría llegar a la conclusión de que no es posterior a 2021 porque no hay links más recientes. Si, además, pongo un enlace a un artículo claramente temporal, será más evidente el desfase.

Por eso, lo más sencillo es quitar los enlaces (y comentarios porque también tienen fecha). Es una solución extrema para mi gusto porque pone en peligro la credibilidad del artículo. La solución es enlazar a otros contenidos atemporales o los que se van actualizando. Por ejemplo, en lugar de poner un link a una única noticia, poner la cronología de seguimiento en tiempo real. La Wikipedia es otra apuesta segura porque no cambia las URL y se mantiene al día.

Los enlaces en un artículo pueden descubrir su fecha de redacción. Clic para tuitear

Títulos temporales

Tanto los enlaces como el título pueden escribirse al terminar la redacción del post. Eso sí, has de tener en cuenta que hay títulos más atemporales que otros. Sigo con ese mismo ejemplo: ¿»cómo escribir un post atemporal» o «por qué escribir un post atemporal»? Son enfoques diferentes, uno más táctico y el otro más estratégico. Me he quedado con el primero porque sabía de qué quería que tratase el post, aunque en la misma línea hay otros posibles tipo «X trucos para escribir un post atemporal» o «X recomendaciones para que tus posts duren más».

El problema es que los números tienen fecha de caducidad: si buscas en Google (fuente principal para el contenido atemporal), confiesa que te quedas con el que tenga el título con el número más alto. ¿Por qué quedarse con el post de 5 trucos si un link debajo hay uno con 10? Para conseguirlo, es fácil recurrir a adjetivos tipo «imprescindibles» o a un clickbait como «te ahorrarán horas de escribir». Cada redactor tiene sus preferencias que, por cierto, también se pueden utilizar como recurso dentro del propio artículo: la actualidad suele ir llena de «las últimas novedades de 2020», pero no en lo atemporal.

Los títulos de posts temporales suelen ser tácticos e incluir números. Clic para tuitear

Para que un post se pueda leer igual de bien hoy como dentro de un año, está claro que lo más importante es elegir bien el tema. Pero los redactores también tenemos que esforzarnos en escribirlo de manera que se disimule su caducidad.

En «Marketing de contenidos» tienes todo un capítulo dedicado a la redacción de piezas. Por cierto, un libro también caduca, por mucho que se intente lo contrario al escribirlo. Por eso en febrero de 2020 hice la actualización de la edición de abril de 2013.

[Contenidos] El orden en la redacción: títulos, párrafos y enlaces

El orden es subjetivo: para algunos hay orden en el caos, para otros solo hay desorden. No todos pueden ver ciertos patrones en algo aparentemente aleatorio y, quienes los crean, se sienten orgullos de haberles influído sin que se diesen cuenta. Por eso voy a contarte cómo ordenar ideas y palabras para que tus textos cumplan mejor con lo que tú quieres conseguir. Sabiendo que cada cual tiene su propio estilo, adapta mis propuestas a tu manera de escribir.

Estructura del texto: ordenando párrafos

En la lista de preguntas para redactar un post, hay un apartado para lo que llamo esbozo. Si te lo saltas, puedes poner todo lo que se te ocurre sobre un tema y es una opción interesante como ejercicio de escritura libre, pero muy mala si después no lo ordenas porque obligas al lector a que invierta tiempo en entender cómo se lo cuentas en lugar de reaccionar a qué le cuentas.

Claro que se tarda un poco en ordenar las ideas sobre las que se quiere escribir pero si se parte de una buena estructura será fácil después seguirla y terminar bien el texto. No es tiempo perdido, más bien al contrario. Así que, incluso cuando sea un artículo breve, merece la pena hacer un esbozo de lo que se quiere contar.

Hay dos maneras de estructurar un post según el orden que se sigue para exponer las ideas:

  • Natural: lógico, jerárquico incluso, fácil de entender por cualquiera. Típico para cronologías y procesos, es decir, para informar y educar sin esfuerzo. Un ejemplo sería un artículo académico que sigue la estructura clásica, empezando por la introducción.
  • Artificial: no es difícil de seguir, pero sí que supone una predisposición a la lectura. Es útil para persuadir porque pone énfasis en la idea que explica primero. Un ejemplo sería una noticia que utiliza el primer párrafo para contar todo lo que debes saber sobre ella.

Para ordenar las ideas, puedes utilizar una lista o un mapa mental: recuerda seguir la norma de 1 párrafo = 1 idea así que pon en el centro el tema o título y ves añadiendo hilos para las ideas principales y secundarias que las apoyen. Después, elige el orden que te vaya mejor para explicar tu historia.

¿Cómo escribes tus posts: siguiendo el orden natural de exposición o uno artificial para destacar algo? Clic para tuitear

Orden de las palabras: títulos y enlaces

Ahora que más o menos tienes claro qué has de contar, ya puedes ponerte a escribir. También ahora el orden es importante pero, en lugar de afectar a la escructura global del post, tiene que ver con la construcción de las frases.

Las recomendaciones suelen ser las mismas siempre: sin subordinadas y en voz activa o, en otras palabras, cortas y directas. Mejor un par de frases breves que una de varias líneas, mejor pocas palabras pero bien escogidas que muchas que diluyan la idea principal. Además, no todas las frases tienen que ser del mismo tamaño ni seguir el mismo orden.

Aplicando esto a los títulos y a los enlaces, queda claro que se pueden disponer las palabras de diferente manera según lo que se quiera conseguir:

  • Títulos: lo más importante a la izquierda porque es lo primero que se lee, además de que dicen que a Google ese orden también le gusta. Ocurre lo mismo al escribir asuntos de email. Es una manera de destacar las palabras más relevantes.
  • Enlaces: el problema de ponerlos al empezar la frase (el equivalente a lo más a la izquierda posible) es que muchas veces falta el contexto necesario para entender qué se conseguirá haciendo click así que mi recomendación es ponerlos al final.

Cada frase debe tratarse de forma independiente, buscando siempre la mejor manera de transmitir el mensaje y lograr el objetivo. No hace falta que todas estén cortadas por el mismo patrón, aunque sí suele seguirse un estilo común que a la larga forma parte de nuestra voz porque, al fin y al cabo, solemos escribir como hablamos.

Presta atención al orden con el que escribes las frases más importantes de tus textos. #copywriting Clic para tuitear

Ordenando contenidos

Los contenidos necesitan orden. El redactor lo pone en el texto como acabamos de ver y también al identificar los elementos del copywriting. Pero hay otros tipos de orden relacionados, como el de un árbol de contenidos para una web, la jerarquía de las categorías/etiquetas de un blog o la estructura de una landing page. Además, el orden también tiene que ver con la jerarquía visual y ahí el diseño también hace su contribución a la causa común: que el usuario lea un contenido (para después reaccionar a él).

Para saber más sobre redacción de contenidos

[Contenidos] ¿Cuántos enlaces necesita un texto y dónde es mejor ponerlos?

Pocos dudan de que poner enlaces en redes sociales es una buena práctica, aunque sigue el debate de si es a un enlace propio o no. La discusión se complica cuando nos fijamos en un blog porque topamos con el SEO. Para este departamento, el link building está bien porque hace parecer popular a una pieza y con eso gana posiciones. Y, si consideramos que el link juice se reparte entre los enlaces que tiene una página, cuantos menos se pongan mejor. Así que 1 o 2 sería el número más habitual para usar esta técnica de posicionamiento en buscadores.

Pero ya sabes que el SEO y los contenidos algunas veces nos llevamos bien pero otras no. En nuestro departamento, los enlaces sirven para ayudar al usuario a profundizar en el tema (añadiendo contexto previo, ampliando y complementando la información, citando fuentes…). Fíjate que en lo que llevo de post (unas 150 palabras) ya he colado 4 enlaces (2 en cada párrafo): 3 a contenido relacionado en mi blog y 1 externo para explicar algo de lo que no he hablado y sobre lo que no quiero profundizar más.

Así que no deberías escribir fijándote en cuántos links puedes o no añadir a tu contenido. Siéntete libre de poner los que creas adecuados, el hipertexto lo aguanta todo.

Si enlazar es ayudar al usuario, no hay límite de links en un contenido. Clic para tuitear

Si decides tirar la casa por la ventana, no hacer caso a lo que algunos recomiendan y añadir más de 2 enlaces en tu contenido, puedes:

  • Escribir pensando en los enlaces que quieres poner y construir las frases y los párrafos a partir de ahí. Muy útil para artículos orientados a link builing.
  • Añadir los enlaces al terminar de redactar, es decir, durante la edición. Complementario a lo anterior y siempre recomendable para mejorar un texto.

Cada persona tiene su propia manera de escribir para elegir entre una manera u otra, yo voy variando según el tipo de contenido que estoy haciendo. Por ejemplo, para este post tenía claros algunos que iba a poner pero seguro que añadiré otros después de leerlo.

¿Dónde conviene poner los enlaces?

Hay pocas guías de estilo corporativas que traten este aspecto de la redacción así que suele haber dudas a la hora de colocar los links en un texto. Comparto algunas pistas que suelo dar a mis alumnos y espero que te sirvan también a ti para fijarte dónde añadir los enlaces:

  • Repartirlos entre párrafos, no hace falta que estén todos juntos al final como si fuese la típica lista de bibliografía de un libro: lo mejor es introducirlos de manera orgánica, es decir, allí donde se esté tratando el tema en cuestión.
  • Separarlos en las frases con algo más que una coma: si es una enumeración, pon viñetas y, entonces sí, cada una con su link; si no, añade un poco más de explicación para que sea fácil distinguir qué palabra estás enlazando.
  • Describe lo que va a encontrar el usuario: el beneficio en este caso es doble porque así usarás un buen anchor text y eso también justará a los SEO. La mayoría de las veces esto implica que el link no suele situarse al inicio del párrafo, si no más bien al final.
  • No enlaces solo una palabra pero tampoco toda una frase, ni una línea entera de pantalla: usa el link para destacar una expresión, igual que harías con las negritas.
  • Resigue tus propias CTA imaginando que eres el lector: piensa en lo que le pides que haga y pregúntate si está lo suficiente motivado a realizar la acción o necesita más argumentos (intenta cambiar el orden de frases/párrafos).

Después de añadir, no está de más quitar: borra los enlaces que sobren. Deja solo los que sirvan para mejorar el texto. Tres casos muy comunes que me suelo encontrar al editar textos de clientes:

  • ¿Hace falta añadir un link a la página principal de tu web cada vez que mencionas tu marca? No, con una vez es suficiente.
  • ¿Es necesario enlazar a dominios archiconocidos como Google.es o Wikipedia.org? No, mejor a una búsqueda concreta.
  • ¿Alguien te obliga a poner varios links para enlazar a lo mismo? No, cuando se trata de content curation, basta con una fuente como puede ser el nombre del medio o del redactor.

Mi recomendación es que te olvides del nofollow y pienses en el usuario: ¿qué enlaces puedes poner para ayudarle? Siempre habrá alguno, aunque sea un enlace interno.

Recomendaciones para situar los enlaces en tu próximo post. #copywriting #blogging Clic para tuitear

[Contenidos] Si no enlazas, no eres un buen curator

Si tengo que hacer caso a la idea de que cuando oyes ‘algo’ por varios lugares diferentes es que ese ‘algo’ se está convirtiendo en popular, en tendencia, en moda… te anuncio formalmente que el content curator es ese ‘algo’ y que la formación está involucrada. Y es que cuando los centros de formación se interesan por ‘algo’ es que han detectado que esa moda puede ser rentable.

¿Por qué ahora? La verdad es que me da igual mientras dure lo suficiente para asentar unas cuantas bases y no me refiero a aclarar el nombre o las herramientas que se pueden utilizar. Eso es lo de menos. Lo que importa es que los nuevos llegados utilicen los contenidos de forma ética y no crean que su estrategia de contenidos puede sobrevivir sin crear algo.

Quizá eso de la ética al hablar de contenidos suene extraño pero es necesario para asegurar que se siguen redactando contenidos. Implica que se han de atribuir las fuentes, que no vale hacer un copiar y pegar y poner un nombre al final, pequeñito y sin enlace. Hay muchas formas de dar las gracias a quien ha creado el contenido pero enlazarle es la mínima.

Hay muchos motivos por los que la mezcla de filtrado y creación es la mejor opción. En el blog Original Community Manager daban algunos para no basarse solo en la curación: tu identidad quedará diluida porque no tendrás una voz propia. Sí, filtrando contenidos también se transmiten mensajes corporativos porque se seleccionan con un cierto criterio. Pero no es suficiente.

Un ejemplo fácil de ver es precisamente el de los estudios y encuestas. Hay por ahí muchos datos sobre uso de los contenidos, los voy recopilando porque creo que son una buena forma de convencer a los alumnos (y a clientes) de que confiar en los contenidos tiene su beneficio. Mucha gente cita esos datos en beneficio propio pero, ¿qué pasaría si nadie la contestase? Pues que no se podría sacar conclusiones, no habría ebook resumen y habría un contenido menos al que enlazar por quienes solo hacen curación.

En este caso, sin la participación no hay creación pero en cualquier otro caso también queda claro que sin la creación no hay curación. Si todos nos dedicásemos a aprovechar el contenido de los demás, quizá los creadores dejarían de escribir porque se sentirían explotados. Así que, por favor, recuerda que enlazar es gratis y que tiene beneficios para todos.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 167 (21 de octubre de 2013).

[Contenidos] Editar para mejorar la redacción

Hoy quisiera recuperar lo escrito en la newsletter de la semana pasada sobre escritura libre y aprovecharlo para hablar de edición de contenidos.

Como recordarás, había un párrafo enorme compuesto casi por unas 700 palabras así que lo primero que tendríamos que hacer para editar ese texto es partirlo en porciones más pequeñas. La mejor forma de hacerlo es dividirlo en párrafos, tratando que cada párrafo tenga una idea lo más independiente posible.

Aunque al principio la escritura libre parece caótica, es posible encontrar una razón para todo lo que hemos puesto así que el siguiente paso nos lleva a poner orden. Imagina que estás recomponiendo un libro y que cada párrafo es un capítulo: muévelos para buscar una estructura en las ideas plasmadas.

No hace falta que uses todas las piezas de este puzle, al contrario, utiliza solo las imprescindibles y guarda el resto para otro momento: decide qué merece la pena conservar y qué borrar. No te asustes si repasas lo que escribiste y solo crees que se puede salvar una frase o dos: por haber descubierto esas ideas habrá valido escribir el resto.

De lo que yo escribí, salvaría lo siguiente separado temáticamente en dos bloques:

  • Tema  1:
    • La escritura como forma de liberar la mente
    • La motivación del escritor
  • Tema 2:
    • El trabajo de Jakob Nielsen
    • Los párrafos como unidad textual
    • La extensión de los contenidos

Todos estos temas (y otros que descarto porque ya advertí que había algo de ida de olla) son los que salieron en aquella newsletter y considero que son lo suficiente relevantes como para conservarlos. De hecho, posiblemente sean 2 futuras newsletters… igual que lo es ésta porque un tema era la edición de contenidos.

Con los temas seleccionados y convenientemente ordenados, el siguiente paso es rellenar los huecos para darle coherencia. Tanto si estás uniendo un libro o las piezas de un jarrón, necesitarás pegamento para conservar esa unión. Al hablar de texto, necesitarás frases o quizá párrafos de dos o tres frases que den sentido al orden que has escogido.

Ahora que ya tienes el texto de base más o menos creado, solo falta un último paso que es adecuarlo a la lectura y a los buscadores haciendo una edición centrada en la parte visual y técnica más que en el contenido como hasta ahora hemos hecho. Por eso es importante que el texto sea ya prácticamente definitivo.

En esta última edición es conveniente fijarse en tres cosas básicas:

  • La jerarquía visual: añadir subtítulos, destacar conceptos con negrita y mostrar las enumeraciones en formato viñeta.
  • Los enlaces: acreditar las fuentes de la información y permitir complementar nuestro punto de vista con otros enlazando externamente tanto como internamente.
  • Las palabras clave: incorporar aquellas con las que queremos posicionarnos en las posiciones correctas para mejorar nuestro SEO sin perjudicar la lectura.

Partíamos de un texto aparentemente sin sentido y le hemos dado forma para convertirlo en algo publicable. La combinación de escritura libre y edición, como ya comenté en ese número, es una fantástica fuente de inspiración y una forma de evitar el bloqueo del escritor.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 132 (17 de febrero de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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