[Contenidos] La mejor newsletter de comunicación interna es una curada

Ni enviar una newsletter es hacer email marketing ni todas las newsletters son de marketing (o content marketing). Los mensajes por correo electrónico también sirven para la comunicación interna porque son una forma de mantener al equipo informado de lo que ocurre dentro y fuera de la empresa. Usando la curación de contenidos como fuente y añadiendo una ligera capa de información corporativa, se puede conseguir la mejor newsletter interna: una que los empleados quieran abrir.

Las newsletters que se suelen enviar son para clientes externos. Incluso cuando se trata de una curada como la mía, los internos tienen otras necesidades y hay otros objetivos. Pueden tener algo en común, pero también sus propios apartados para que sea útil para los diferentes equipos.

Secciones de una newsletter curada para comunicación interna

Todos los correos corporativos que vienen «de arriba» se abren, pero muchos por obligación más que por interés. Para que la newsletter interna no se abra por compromiso, debe tener una estructura que cubra:

  1. Información general del sector: content curation en estado puro. Se pueden recomendar noticias, guías, eventos, buenas prácticas, vídeos, podcasts… todos los formatos, todos los canales, todas las fuentes posibles. Cabe hablar de la competencia tanto como de referentes de fuera que puedan servir de inspiración.
  2. Resumen de la empresa: es curation, pero de contenidos propios. Aun así, no se trata de hacer un recopilatorio de los logros o repasar los contenidos publicados. Al contrario, basta con dar unas pinceladas y enlazar allí donde esté esa información, si es que realmente es importante (spoiler: la mayoría de las veces no lo es).
  3. Recursos para cada departamento: más content curation, pero mucho más especializada y pensada para tipos de empleados concretos. Una buena segmentación te permitirá mostrar un par de recursos que sean de valor para cada departamento o cargo de la empresa. No todos tienen que saberlo todo, también se pueden personalizar los envíos internos.

Quizá no siempre se llenarán estas secciones y el orden puede cambiar, pero así se añade la curación de contenido a lo que, por defecto, es lo más corporativo que hay: un mensaje a los empleados.

Newsletter Interna con Content Curation

Tres recomendaciones para enviar una newsletter curada interna que se abra

Para preparar una newsletter interna hay que seguir los mismos pasos que una externa (preparar su lanzamiento y gestionar su día a día), pero tiene algunas características que la hacen diferente (además de que no hay tercer paso para la monetización). Basándome en las que he organizado y redactado, te sugiero que te fijes en tres cuestiones que han resultado ser claves para que se abran los envíos.

Adapta el tono

Lo primero que hay que tener muy claro (merece la pena insistir en ello para que quede bien clarito desde el principio) es que no se trata de convertir la newsletter externa en un envío interno. Ha de ser algo nuevo, más experimental si quieres tomártelo así, pero no tienen que compartir plantilla ni contenido. De hecho, mejor que sea un estilo diferente: puede ser informal, muy visual, estar lleno de memes… y no-pasa-nada. Cuando suelta el típico tufillo a mensaje corporativo, se abre pero no funciona.

Hazlo fácil y breve

Si el tiempo de los clientes importa, también el de tu equipo. La forma de hacer tu curación ha de tenerlo en cuenta y ponérselo aún más fácil. Como técnica de content curation, la de resumir es la más oportuna para que se lleven lo importante de forma rápida y decidan si seguir el enlace o no. Deja de lado la agregación, pon contexto y haz un análisis propio.

Además, les estás pidiendo que dejen de trabajar para abrir tu newsletter, así que será mejor que sea una selección breve con lo mejor de lo mejor que no les quite mucho tiempo, pero les transmita las ideas clave.

Implica a tu equipo

Por último, para llenar una newsletter curada se puede recurrir, además de a las fuentes y herramientas habituales, a los propios empleados. Una opción divertida para implicarles es que la responsabilidad de la newsletter vaya cambiando de manos. Así pueden participar activamente y los contenidos serán aún mejores. Una opción menos arriesgada es pedirles que sugieran piezas y otra aún más simple es estar pendiente de qué comparten en sus propios canales y utilizar esas referencias.

Una newsletter interna curada puede substituir a una tradicional en la que se pretende motivar al equipo o despertar su compromiso. Para tratar de demostrarles que te importan, preocúpate de ofrecerles contenidos de valor para ellos, que los hagan crecer como profesionales. Así estarás construyendo una marca empleadora y no enviando spam.

Tienes más información sobre employee advocacy (y sus herramientas) en mi libro «Pilares del contenido«, sobre content curation en «Marketing de contenidos» y en «Content curation en 10 pasos» y una plantilla para gestionarlo todo con Notion.

[Contenidos] Herramientas para leer newsletters

Lo acabo de comprobar: en mi Feedly sigo a 294 blogs (76 de ellos inactivos, qué lástima) y en mi Stoop recibo 78 newsletters (ahora te explico qué es). Y aún otro dato: dedico una media de 1h al día a leer alguna de esas 300 fuentes de información (sin contar lo que encuentro por Twitter). Este podría ser un argumento para que te apuntases a mi Content News (cada semana envío los artículos más interesantes que he leído), pero he sacado estos números para que compruebes el boom de los contenidos por correo electrónico. Tampoco es un post para explicarte cómo hacer tu newsletter (puedes contratarme para ello), es para ayudarte a leerlas.

Herramientas nativas para leer newsletters

Seguro que no soy la única que tiene varias cuentas de email, pero ¿tienes una solamente para recibir newsletters? Yo sí, antes usaba una cuenta diferente y varios filtros para etiquetar los correos, pero mi volumen de suscripciones iba subiendo y mi bandeja de entrada empezaba a llenarse de mensajes que acababa leyendo luego.

Así que el año pasado caí y revisé las opciones que había para leer las newsletters de forma independiente. Lo curioso es que, ahora para crear el post, he rebuscado las que tenía guardadas de entonces para ver cómo habían evolucionado y solo ha sobrevivido Newslettrs (y me sigue pareciendo poco clara, así que sigo descartándola).

Stoop

Me registré en Stoop, era la más sencilla para conseguir lo que quería: una web y app como Feedly, pero para newsletters.

Eso hace desde 2018: cuando te registras (gratis), te crea una cuenta de correo para que puedas suscribirte a lo que quieras y te organiza los mensajes por remitente. No es un gestor de correo así que no hay opción de contestar, pero tampoco hay carpeta de spam así que te llega todo sí o sí. Además, puedes guardar los envíos que te gustan y tienes un histórico de los últimos que has leído porque no hay papelera de reciclaje. Como extra, permite suscribirte a canales de YouTube.

Slick

Funciona prácticamente igual que Stoop, de hecho hasta el diseño de Slick es similar. La gran diferencia es que se trata de una app y no tiene versión web (al menos de momento). Tiene previstas algunas funcionalidades que pueden ser diferenciales, pero no parece que hayan avanzado mucho en los últimos meses y eso que ya tiene más de 1 año de vida.

Herramientas para enviar y leer newsletters

Si Blogger y WordPress permiten seguir a los blogs que se alojan en sus plataformas, ¿por qué no iban a hacerlo los servicios que permiten enviar (y alojar) newsletters? Algunos ya lo hacen.

Substack Reader

Desde el mes pasado, con Substack Reader puedes leer las newsletters a las que te has suscrito y que hayan sido creadas en su plataforma. Empiezas solo con esas, pero también puedes añadir RSS y podcasts. En base a eso, en la sección de Inbox te muestra los títulos de las ediciones (y posts) como si fuese una bandeja de entrada, pero no los previsualiza como harían los gestores de correo y los abre en una pestaña nueva.

Tiene una sección de Discover que complementa este servicio para promocionar a su comunidad, pero, para los lectores, no tiene mucho sentido porque deja fuera las newsletters que se reciben desde otros proveedores.

Revue

Mientras, también hay movimiento en la competencia de Substack porque la semana pasada saltó la noticia de que Twitter había comprado Revue. Reconozco que estuve valorando estas opciones para enviar mi nueva newsletter de pago, pero las descarté y no las veo como herramientas para leer.

Si te fijas, hay varias opciones de esta lista que permiten leer tuits, ¿quizá Twitter se ha cansado de que otros lo ofrezcan y ellos no? Parece que se están dando prisa y seguro que pronto sabremos cómo se van a integrar ambas plataformas.

Supscrib

Esta herramienta es una mezcla de las anteriores porque Supscrib te crea una dirección de correo para leer tus suscripciones, pero también te permite recibir newsletters premium activando un simple botón.

En realidad, esta funcionalidad que llaman premium es un servicio para creadores de contenido que pueden ofrecer desde ahí sus envíos (como si fuese un directorio) y que los usuarios se suscriban. Lo curioso es que, dicen, no se consiguen los datos de los suscriptores, es decir, no se crea una lista de envío propia para los remitentes.

Herramientas de lectores de RSS

Si las newsletters son una fuente, ¿por qué no incluirlas en un lector de RSS si algunas hasta se ofrecen en este formato? Pues sí, es posible.

Feedly

Cosas que pasan: unos cuantos meses después de registrarme en Stoop, Feedly añade la opción de seguir newsletters (fue en verano, al poco tiempo de incluir Twitter). El funcionamiento parece similar, con una cuenta de correo suya, y tiene la ventaja de que puedes leerlo todo en el mismo lugar. Lo malo es que es una funcionalidad de pago (unos 10€/mes). Dentro de ese nivel de suscripción, podrías sacarle mucho más jugo a Feedly porque, además de seguir más fuentes y una mejor búsqueda, incluye integraciones y tableros públicos.

Inoreader

Antes de que Feedly lo hiciese, allá por febrero de 2020, Inoreader lanzó esta misma opción de considerar las newsletters como fuente de información, sumándolas a otras que ya ofrecía (como Twitter o podcasts). Funciona en web y app, pero también es una funcionalidad de pago (unos 5€/mes) aunque hay ofrece otras ventajas, claro.

Feedbin

Y aún mucho más antes, estaba Feedbin que ya desde 2016 permite incluir las newsletters (además de Twitter y YouTube) entre las fuentes para leer noticias. Cuesta 5$/mes y se puede utilizar con varias apps. También utiliza una cuenta secreta para la suscripción y las agrupa por remitente.

Otro tipo de herramientas

Hay mucho movimiento en este mundillo así que acabo con algunas opciones más que me cuesta catalogar, pero que quizá en un tiempo se conviertan en una categoría propia.

Mailbrew Inbox

Mailbrew es un servicio que envía un resumen de diferentes fuentes (RSS,  Twitter, YouTube, Google News) y que desde el verano pasado también ha añadido la opción de agregar newsletters. Así, Mailbrew Inbox también te proporciona una dirección de suscripción y organiza un resumen diario con todo lo que hayas seleccionado y te lo envía a cambio de 8$ al mes. Además, puedes hacerlo público y así compartir tus fuentes como si fuese tu propia newsletter curada.

Listory

Listory te ofrece una lista de suscripciones y tú eliges de cual quieres recibir los contenidos. Es como leer sus blogs, pero en realidad lees sus newsletters. Dicen tener miles de opciones para extraer el mejor contenido de ellas de forma temática y así enviarlas a los usuarios registrados. Además, lo venden como una forma de aprender a diario (algo que parece tendencia entre las herramientas de content curation).

Consoom

En pleno agosto NewsBox se dio a conocer como una app similar a las que nativas. Según sus autores, la diferencia era que estaba pensada para crear una comunidad (no necesitas un correo, podías suscribirte directamente desde la app). Tanto es así que al poco tiempo cambió a Consoom donde explican ser una comunidad de creadores de newsletters para facilitar las conversaciones sobre ellas. No dan muchas pistas, ya veremos cómo termina.

¿Utilizas alguna herramienta para leer tus #newsletters? Descubre las diferentes opciones que hay en este mercado. Clic para tuitear

Solo algunas de estas herramientas están en mi directorio de herramientas de contenidos, pero cualquiera te serviría para leer mis dos newsletters.

[Contenidos] Qué he aprendido preparando mi nueva newsletter de pago

Hará unos cuatro meses que mi newsletter cumplió 10 años. Entonces comenté algunas opciones que existen para monetizar los envíos, aunque advertí que no era mi intención rentabilizarla directamente y sigo pensándolo. Pero sí me apetece probar esta opción con contenidos diferentes a los que envío ahora y por eso los domingos serán los días de mi nueva newsletter de pago.

Llevo varios años (sí, años) con una idea en la cabeza y, después de muchas vueltas, creo que hacer un envío semanal es un formato que se ajusta a lo que quiero conseguir (te lo cuento al final del post). Por eso he leído, probado y aprendido mucho en este tiempo sobre monetización de boletines así que prepárate porque este va a ser un post largo lleno de enlaces sobre newsletters de pago.

¿Qué es una newsletter de pago?

La propuesta de Peter Yang muestra gráficamente que los creadores de contenidos pasan por varias etapas: de simplemente publicar a crecer y después monetizar. Es algo gradual, pero yo diría que inevitable también en cuanto al email se refiere.

Una newsletter puede financiarse con publicidad o patrocinios, aceptar donaciones, ganar algo con afiliados o cobrar a los suscriptores. Hay muchas más vías, pero estas son las más habituales para cumplir con el objetivo de rentabilizar la base de datos o de monetizar el esfuerzo que supone preparar y enviar los mensajes, además de compensar el gasto de las herramientas para hacerlo. Y solo la última, en negrita para que quede claro, es una newsletter de pago: los suscriptores dejan de ser personas con intereses comunes y se convierten en clientes, ni siquiera en patrocinadores. Los suscriptores de pago compran algo. ¿El qué? Ahí está la clave.

¿Qué enviar en una newsletter de pago?

Se puede enviar cualquier cosa por correo electrónico con la gran ventaja respecto a los blogs de poder segmentar los mensajes. En Newsletter Crew hacen una clasificación de tres grandes tipos de newsletters de pago:

  • Artículos privados: el valor de esta especie de blog por correo está en lo que se cuenta porque suele ser más personal de lo que se compartiría públicamente. La versión gratuita sería la típica newsletter con el último post del blog corporativo.
  • Resumen curado: el valor está en la capacidad de recopilar y filtrar información de un tema concreto, es decir, del criterio del curator para elegir lo más relevante y compartirlo dándole el contexto adecuado. Mi newsletter actual es un ejemplo gratuito de los muchos que hay.
  • Servicio por correo: el producto es el propio mensaje así que el valor está en recibir una newsletter que sea la solución a un problema. Es lo que espero conseguir con mi nueva newsletter de pago, enseguida te cuento más. Por cierto que esta opción podría considerarse Newsletter as a Service (NaaS), aunque ahora se asocie más a las herramientas o servicios premium de medios.

Hay otros tipos de newsletters (en el blog de Journal cuentan 10), pero coincido con que estas son las que aportan más valor y, por tanto, las que tiene más sentido pensar que es posible monetizar.

Jeff Goins propone 10 pasos para conseguir que te paguen como creador de contenidos, empezando por identificar el problema que se quiere solucionar e incluyendo ser diferente y conseguir superar las expectativas (otra forma de decir retener a los suscriptores).

El valor del contenido de pago

Entonces, ¿por qué alguien querría pagar por recibir una newsletter? Supongo que también te lo estarás preguntando para decidirte apuntarte a la mía porque yo lo hago con las que recibo y mi conclusión es que se trata de una cuestión de valor, en otras palabras: querer algo diferente. Y, considerando que las newsletters de pago empiezan como gratuitas o incluyen alguna versión sin coste, puntualizo: recibir algo diferente a lo que se puede conseguir gratis. Claro que habrá quien prefiera algo por la patilla aunque pierda calidad, pero no sería el público objetivo.

Así que lo primero en esta estrategia de conseguir suscriptores que estén dispuestos a pagar por recibir un correo electrónico cada cierto tiempo (luego hablamos de la frecuencia) es tener claro cómo combinar el contenido gratuito y el de pago.

Lo clásico es creer que la versión gratis tiene la mitad de contenido que la de pago, por poner un ejemplo. Pero según la experiencia de Josh Spector, la diferencia está en el tipo de información, no en el volumen. Si envías algo distinto, ambos han de ser de calidad y no tendrás que elegir qué envías a cada grupo para distinguirlos.

Otra propuesta en esta línea es la de Simon Owens para quien la diferencia se consigue con la personalización, es decir, en conocer las necesidades (sectores en su caso) de los suscriptores de pago para evitar enviar algo genérico que podrían conseguir gratis.

Las estrategias de otras newsletters de pago

En cualquier estrategia hay que hacer una mínima investigación para saber qué hay en el mercado, en este caso de las newsletters y concretamente en las de pago. Google no es la solución porque van a las bandejas de entrada, pero sí ayuda a encontrar directorios de newsletters como Vuzzon, Thanks For Subscribing, Letterlist y otros para hacer algo de benchmark y definir la propia estrategia. Aprovecho los datos de la muestra de Newsletter Spy:

  • Contenido: ¿cuánto es gratis y cuánto de pago? La media es del 43% gratis y 57% de pago, aunque hay extremos como 84% gratis o 67% de pago.
  • Frecuencia: ¿cada cuánto se envían? Hay diarias, cada par de días y semanales, no mensuales.
  • Precio: ¿cuánto cobran? Lo mínimo parece ser 5$, aunque yo suelo encontrarme 10$, y con descuentos por suscripciones anuales.

En base a eso, ya puedes organizar tu propia estrategia. En ConvertKit sugieren seguir seis pasos y diría que el primero es el más importante: asegúrate de que una newsletter de pago es adecuada para tu proyecto. Como te decía al principio, hace varios años que yo quería lanzar algo, pero no encontraba el formato (incluso valoraré desarrollar una app). Ahora creo que un servicio de suscripción por correo es una buena idea (luego te cuento más).

También te recomiendo las preguntas que plantean desde NPR para encontrar la identidad de tu newsletter (sea de pago o no): las reflexiones de este tipo siempre ayudan a enfocar mejor por dónde ir. Además, como recuerda Owens: es un negocio. Así que hay que tratarlo como tal, es decir, dedicándole tiempo a encontrarle sentido para ti y tu audiencia y vigilando las métricas como la tasa de conversión y la de cancelación (churn rate).

Ejemplos de newsletters de pago

Buscando referencias cercanas, solo conozco una newsletter de pago en España: Gente Invencible, de Álvaro Sánchez. La encontré en Planeta M podcast y, al verdad, me hizo mucha ilusión. Si sabes de otras, avísame en los comentarios.

Hay algunas listas de newsletters de pago en otros países/idiomas, como las de este hilo, las de Newsletter Crew o las que comenta el propio Álvaro en su post. De momento, yo no he pagado por ninguna así que no puedo ponerte ejemplos que conozca de primera mano, más allá de sus versiones gratis.

¿Cómo enviar una newsletter de pago?

Insisto en que, antes de pensar en herramientas, hay que tener clara la estrategia porque influye en las funcionalidades que se necesitan. Te aseguro que llevo varios meses pensando en cómo hacer mi newsletter de pago. Mi idea ha mutado varias veces solo por tratar de adaptarla a cada nueva herramienta con la que me encontraba (¡y he probado varias!). Reconozco mi error porque solo he conseguido dar vueltas, desviarme de mi objetivo y retrasar el lanzamiento. Así que, como en cualquier estrategia, primero céntrate en lo que quieres y ya buscarás después el cómo o con qué lograrlo porque hay muchas posibilidades.

12 herramientas para enviar newsletters de pago

Para gestionar una newsletter de pago, hay que combinar varios elementos:

  • Una web o landing donde insertar el formulario para recoger los datos de los suscriptores (hay muchas herramientas nocode para hacerlo fácilmente).
  • La gestión de los pagos, es decir, añadir al formulario la posibilidad de entrar los datos de la tarjeta de crédito y también poder crear facturas o manejar cancelaciones y devoluciones (Stripe es casi el estándar de los pagos y se integra con cualquiera de las otras).
  • Un servicio para hacer los envíos a los suscriptores que han pagado (MailChimp, por ejemplo), lo que implica sincronizar los pagos con las altas y bajas de la lista (para esto sirve Zapier o cualquier otra similar).

Para cada uno hay una herramienta posible y alguna que lo hace todo porque también puedes añadir alguna funcionalidad extra, como por ejemplo acceso al contenido de una web, descarga de material adicional o foros para crear una comunidad.

Hay muchas herramientas para enviar una newsletter de pago así que las he organizado un poco según mi criterio:

  • Nativas: Substack y Revue son las herramientas más conocidas de las pensadas para que los creadores de newsletters puedan cobrar por enviarlas, pero también están Buttondown y Letterdrop. Diría que es la opción más sencilla y perfecta para probar y ver qué pasa (MVP).
  • Email por añadidura: Ghost y Squarespace apuestan por complementar sus servicios con newsletters de pago y hasta WordPress sirve si usas Newsletter Glue. Es una opción si ya los usas.
  • Venta de contenidos: Gumroad y ConvertKit permiten cobrar de forma recurrente a suscriptores y enviarles mensajes, aunque en realidad sean lugares o servicios para ofrecer productos digitales. Al estar pensados para gestionar pagos pueden resultar útiles.
  • Miembros: igual que algunos plugins de WordPress, Pico y Memberful (o Patreon que lo compró hace unos años) convierten una web en una zona solo para los que hayan pagado y también tienen opción de enviar emails sincronizándose con plataformas externas como MailChimp (por ejemplo). Es la vía para crear algo más que una newsletter de pago.

La lista no tendría fin porque hay muchas otras que quizá no son tan conocidas (aquí en España está arrancando Suscribia), pero que tienen el mismo objetivo: cobrar a cada suscriptor. En el blog de Yirla han hecho una comparativa que clarifica las diferencias considerando el tipo de creador de contenido y el propio Revue una con sus funcionalidades y las de su competencia.

Para los más curiosos, yo he usado MailChimp, Gumroad y Zapier.

Musa Leaks, mi nueva newsletter de pago

Todo esto es negro sobre blanco lo que he aprendido estos meses mientras preparaba lo que hoy ya puedo contarte es mi nueva newsletter de pago. Se llama Musa Leaks y es un servicio de ideas para tus contenidos.

¿Te faltan ideas para llenar tu plan de contenidos? Apúntate a Musa Leaks y recibe tres ideas para inspirarte a crear contenidos diferentes. Te llegarán a tu bandeja de entrada cada domingo a las 10h para que puedas añadirlos a la planificación de la siguiente semana y así tener siempre algo interesante que compartir con tu audiencia.

Lee los secretos que te revelará la musa y deja que llene tu cabeza de ideas para piezas fáciles de hacer realidad en tu blog y redes sociales. Ahorrarás tiempo, dejarás de estresarte por no saber qué publicar y verás cómo los contenidos de calidad consiguen resultados.

¿Quieres ver un ejemplo? En la newsletter que acabo de enviar tienes una pequeña muestra.

Musa Leaks es un servicio de ideas para inspirar tus contenidos.

523 newsletters enviadas en 10 años

El 16 de agosto de 2010 envié mi primera newsletter: sí, justo hoy hace 10 años. Puedes imaginarte que han cambiado mucho las cosas en esta década, pero cada lunes a las 10h ha salido directa a la bandeja de entrada de mis suscriptores. Sin falta. Sí, también la envío en verano (lógico si la estrené en pleno agosto) y, cuando hace falta, hasta la preparo con antelación para no faltar a la cita. Mañana saldrá la número 523 con un típico especial de agosto.

En estos 10 años, el número de suscriptores ha ido variando, igual que el formato de envío, pero se mantienen los objetivos:

  • Divulgar el buen uso de los contenidos (mi prioridad cuando la empecé porque el marketing de contenidos todavía era un desconocido).
  • Captar nuevos lectores para mis libros de contenidos (más que vender mis servicios, sí).
  • Mantener el contacto con clientes y alumnos (en realidad, siempre me ha parecido más un beneficio, nunca me lo he tomado como un objetivo directo).

Está claro que mi newsletter me ayuda a vender algún que otro libro y también a retener a algún cliente, además de mantenerme al día y de servirme para reciclar contenidos en mis redes sociales. Pero en ningún momento pensé en monetizarla directamente y sigo sin pensarlo. Después de 10 años enviándola, no pienso en buscar vías para compensar el tiempo que le dedico cada semana.

Una vez más, siento que voy en contra de la tendencia porque parece que se lleva lo de rentabilizar la newsletter. La cronología que me lleva a decir esto: las audiencias en otros canales son ingobernables y salen cada vez más caras; se buscan fórmulas para crear y engrosar listas propias a base de lead magnets y cualquier otra forma de pagar con el correo electrónico; empiezan a enviarse newsletters cur(r)adas hasta que alguien se da cuenta del esfuerzo que supone mantener la constancia y, sorpresa, tener el correo ya no les parece suficiente así que, se supone que para mantener la calidad, se buscan ingresos.

Repasando entre las que leo (y de paso las recomiendo), hay varias opciones para ganar dinero enviando una newsletter:

Rentabilizar también puede ser que te ayuden a conseguir nuevos seguidores, por eso animar a compartir la newsletter es un estándar (de nuevo voy contra la tendencia porque he quitado esta opción desde el rediseño más reciente). Para los que buscan algo más creativo, SinCódigo utilizó un sistema de referidos para desbloquear el acceso a un contenido exclusivo y Not Boring de Packy McCormick regala camisetas. Por cierto que en su misma web puedes encontrar un tutorial para gestionar los patrocinios de tu newsletter con Airtable.

Ejemplos de monetización de newsletters. Clic para tuitear

Son todas formas respetables, como las de querer recuperar los gastos que supone un blog, pero no son para mí. 10 años después, sigo viendo mi newsletter como la vía para enviar ideas que me parecen interesantes y sí, de tanto en tanto, alguna línea de promo. Trato a mis suscriptores de forma preferente (ya no exclusiva) y ninguno está obligado a recibirla (mis ebooks se pueden descargar libremente y el enlace a darse de baja está en cada envío). Intento crear una relación con ellos (gracias a todos los que las contestan con algún comentario) así que, repito, no me interesa sacar más beneficio que apoyar mi marca personal.

Siempre digo que un blog es una apuesta casi obligada para la gran mayoría de empresas, pero en segundo lugar está la newsletter. Aunque yo no gane nada, tengo claro que sirve para vender y no solo fidelizar. Aquí va la línea de promo del post: si te animas a empezar la tuya desde cero, puedo ayudarte a orientarla y redactarla.

Un par de artículos relacionados para terminar de motivarte: 17 cosas que ha de tener una newsletter y 50 lecciones de alguien que ha enviado 50 (suerte que no he escrito algo así después de 523 envíos porque te quedaría mucho por leer).

[Contenidos] Preparar un emailing lleva tiempo, pero su retorno lo compensa

El email marketing se lleva muy bien con el marketing de contenidos, especialmente si se usa en la automatización como puede ser para lead nurturing. Claro que preparar una newsletter lleva tiempo, pero compensa si después es el formato que mejor retorno nos ofrece en B2B. Los datos lo confirman.

Estadísticas sobre planificación y redacción de newsletters

En el informe «2019 State of Email Workflows» de Litmus (descarga a cambio del correo), hay datos muy interesantes sobre la organización de las empresas como que el 53% necesita 2 semanas o más para crear un email o, lo que es lo mismo, el 47% lo prepara en menos de 2 semanas. Influyen muchas variables en ese cálculo, pero lo más interesante es cómo se distribuye ese tiempo.

Informe «2019 State of Email Workflows» de Litmus.

Fíjate en las medias: 3,61h a la planificación y 3,37h a la redacción. Y un par de detalles más:

  • El 58% utiliza un calendario editorial anual, la mayoría acaban planificando el contenido con un mes de antelación y el 42% consigue la aprobación el día antes. Por cierto, las herramientas más utilizadas como calendario son Google u Office.
  • El 42% dedica entre 1 y 2h para el copywriting del email. Quizá sea porque el 34% no utiliza ningún tipo de briefing, pero no creo que sea porque el 37% no hace tests A/B de las campañas.
  • El 66% tiene Manual de identidad corporativa para el email. El departamento de marketing es el responsable de los envíos en el 94% de los casos, aunque solo el 21% tiene 1 o 2 personas para validarlos.

El último dato a tener en cuenta del informe es la medición: el 99% miden las aperturas y los clicks, obvio, pero el porcentaje baja al 78% para la conversión, hasta el 47% para el retorno de la inversión, al 39% para el valor del suscriptor (value per subscriber) y al 28% para su valor en el tiempo (subscriber lifetime value).

El 42% dedica entre 1 y 2h al #copywriting de sus campañas de #emailmarketing, según los datos de @litmusapp Clic para tuitear

Estadísticas de retorno de la inversión del email marketing

Hay otros datos que se centran en el ROI: los de la «2020 Chief Marketer B2B Marketing Outlook Survey» (a los que llegué gracias a África). En la infografía resumen, el email y el marketing de contenidos tienen su particular pelea:

  • El 50% de los encuestados apuestan por el email como la vía más rentable. El marketing de contenidos se queda en 3ª posición con el 34%, lo cual tampoco es nada malo.
  • El 64% dice que el email es lo mejor para madurar los leads, seguido de cerca por el content marketing con el 59%.

Para madurar los leads, es decir, hacerlos avanzar por el embudo de ventas, los contenidos más utilizados son artículos y posts.

Como era de esperar al ser empresas B2B, LinkedIn es el canal donde más leads se encuentran y, también previsible viendo las tendencias de los últimos años, el vídeo es formato estrella.

Acabo con el dato que más me ha llamado la atención: el 36% dice que su reto en social media es tener suficiente contenido.

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